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Soy una peregrina

Esta es la mejor frase que describe unos pocos días en México. Un tiempo en el que uno va y regresa, y el corazón se le queda allá. Quizás sea muy poco, pero con seguridad puedo decir que han sido de los mejores tiempos de mi vida.

Caminar por los lugares donde conocí solo me han dejado riqueza, y sí, siento que ahora tengo mucho más que antes, pero no me refiero a dinero ni cosas, sino a que mi alma está más feliz, más llena de paz, más sedienta de experiencias y más llena de gente a la que conocí, me abrió su corazón y me dejó permanecer en el tiempo, alejándome de todo lo que no importa y a lo que le he dedicado tiempo. Y porque no viajé solo con mi cuerpo, lo hice principalmente con mi espíritu. 

Después de peregrinar en México la vida no es la misma, los problemas se ven diferentes, la belleza se ve más linda, y valoras más lo que tienes, lo que eres y lo que anhelas, porque no está el deseo en el corazón por casualidad, si no porque algo más grande viene de una fuerza que no puedo describir.

He decidido comenzar este blog, porque creo que cuando se encuentran trocitos de felicidad solo es posible multiplicarla si se comparte. Porque me enamoré de este lugar, y porque quiero que el mundo conozca somos ciudadanos de una misma tierra, que volver a las raíces es renacer cada día. 


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