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Mi voz: Mi machete




No empezaré en orden. Esta es la experiencia que me ha dejado sin voz propia y con el mayor de los temores mezclados con una dicha que es difícil describir.

Empecé a leer cuando tenía once años. Un domingo de Pentecostés; hasta el día de hoy sigo haciéndolo (No pregunten la edad). Uno de los sacerdotes de mi parroquia decía: "Asústese el día que no tenga miedo de leer", y es cierto, aun con muchos años de experiencia siento mariposas cuando tomo un micrófono.

El miércoles 18 de enero visitamos Santa María de Tulpetlac, en el Estado de México. El Santuario donde la Virgen de Guadalupe visita a Juan Bernardino y realiza el milagro de sanación en este hombre, tío de San Juan Diego.

El lugar es referencia para pedir intercesión por los enfermos. Llevaba varias peticiones desde Costa Rica de muchas personas que en fe piden por su sanación, y con mucho cariño las llevé y las puse en oración, después de todo, para mí uno de los mayores actos de amor es pedir a Dios por alguien más.

El cuento es que justo ese día tuve la dicha de leer en ese lugar, recibí uno de los mejores regalos: proclamar su palabra que en amor infinito nos ha dejado en el lugar donde la fe cura el cuerpo y el espíritu. Leí el salmo 109: "Tú eres sacerdote para siempre".

Recuerdo que temblaba, sudaba, pensé que mi voz no iba a salir, que me iba a equivocar, que no merecía estar ahí. Y al recordarlo se me salen unas lagrimitas de felicidad, porque entre muchas fui elegida para llegar a otros. Dicen los que me escucharon que mi voz fue suave, despacito y con buena pronunciación. Digo yo que Dios lo hace todo perfecto.

Porque también pude poner en intercesión muchas enfermedades que llevaba desde mi país, personas que me confiaron sus peticiones de sanación de cáncer, quimioterapias, sufrimientos espirituales y morales, y yo que de seguro creyéndome sana padezco de muchas cosas por mejorar, y que con mi voz (mi machete como yo le llamo) Él sigue afinando y utilizando.

Con mucho cariño dedicado a mi querida Marielitos que me invitó a leer ese día.


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